Análisis de A Tale of Paper

El estudio barcelonés, Open House ha sabido traernos y contarnos con el apoyo de Playstation Talents una historia al que no le hacen falta palabras, solo dejarse llevar como un papel mecido por el viento. Y de papeles va la cosa, ya que nuestro pequeño protagonista, es eso: un trozo de papel. Pero no penséis ni por un segundo que eso es algo negativo, es más, sabe aprovechar cada pliegue de su cuerpo para adaptarse a su historia en cualquier momento. Así es A Tale of Paper, un soplo de aire fresco en el mundo indie que ha sabido absorber lo mejor de grandes referentes como Little Nightmares o incluso Limbo.

Para introducirnos en esta historia lo mejor es… imaginarsela, lo digo así porque no hay un argumento establecido y tampoco un guión, por lo que podremos interpretar el camino de múltiples maneras aunque el final es simple y sencillo de entender. Nuestro muñeco de origami Line, tiene la apariencia de un duende, como un sincorazón de Kingdom Hearts, solo que todo lo contrario pues representa la luz. Será capaz de transformarse en 3 formas en la primera parte del juego y otras 3 partes al final, lo que hará que sea muy dinámico y sobre ver la creatividad que se gasta esta aventura con tan pocos recursos.
Siendo papel, nuestro mayor enemigo será el agua, ya que mojarnos será nuestra muerte inmediata por lo que tendremos que sortear muchos escenarios con estos incovenientes y.. ojo con los aspiradores malignos a lo «rumba» que circulan por algunos lados, si te pillan te dejan K.O, algo que resulta divertido al principio pero puede llegar a desdesperarte si realizar un mal cálculo con un salto. aunque Line tendrá que saltar y correr sin parar, también puede interactuar con los demás objetos usando R1 o transformarse en diferentes figuras de papel siempre y cuando aprenda esas habilidades leyendo libros e incluso podrá encender objetos electricos gracias a la luz de sus antenas.
Los gráficos han sabido sumergirme en la aventura, admirando cada detalle y recorndome a veces un poco a Inside, algo que me ha parecido genial ya que este título te hace tiene los detalles justos y no necesita un pixel más para demostrar que sabe cautivar el corazón de los jugadores. La única pega que le podría poner es su duración: unas 5 horas de juego y me han sabido a poco y solo nos deja con ganas de una segunda aventura o de cualquier juego que salga de las entrañas del estudio de Open House.