ANÁLISIS DAYMARE 1994 SANDCASTLE PARA PS5
Si has clicado en este análisis, entiendo que como mínimo al lector le interesan los survival horror o siente curiosidad por lo que pueda haber visto en anteriores noticias del videojuego. También entiendo que todo aquel que sepa de la existencia de este juego, habrá jugado o, como mínimo, conocerá la saga Resident Evil. En esta ocasión, la saga de Capcom vuelve a estar presente en la obra de Invader Studios y Leonardo Interactive ya que, al igual que pasó con el anterior Daymare 1998, el juego se inspira claramente en la obra que sentó los pilares de los survival horrors modernos.
Veamos si merece la pena este juego tanto si jugaste el anterior o como si es la primera vez que te acercas a esta «saga» (cosa que no es problemática ya que hablamos de una precuela como habrás podido deducir de su título…)
HISTORIA
Como decía, el juego nos narra todos los eventos previos a Daymare 1998 y nos mete en la piel de Dalila Reyes, una antigua espía del gobierno ahora al servicio de una unidad llamada H.A.D.E.S. (División Avanzada de Extracción y Búsqueda de Hexacore). Nuestra misión será adentrarnos en la famosa Área 51, donde ha habido una crisis que involucra hasta el mismísimo presidente de los EEUU y su «ejercito» privado, la Sección 8. Sobre el papel, lo único que deberemos hacer es recuperar un maletín muy importante para todo lo que ha ocurrido.
A partir de ahí, la historia, aunque se sigue con interés y sobre todo por sus abundantes cinemáticas, no es nada revolucionario en el género pero siempre quieres seguir adelante para ver el próximo giro de guion que, aunque previsible y ya visto anteriormente, no deja de ser interesante.
Es de agradecer que, por lo visto, la trama argumental no decaiga e incluso coja más fuerza en el tercio final del juego, añadiendo más tensión si cabe a lo jugado.
Si concluimos que la historia podría calificarse como un poco «cliché», veamos si ocurre lo mismo con su
JUGABILIDAD
A poco que hayas visto algún video o imagen del juego, ya habrás visto que estamos ante un survival horror en tercera persona en el que, como mandan los cánones, deberemos resolver puzles y combatir, siendo los objetos escasos y vital la gestión de la munición y los botiquines. Hasta aquí nada nuevo.
Así pues, deberemos combatir los enemigos que impidan nuestro avance. Sobre el avance y el movimiento del personaje, he de decir que se siente algo más fluido que su primer juego aun siendo quizás aún algo lento (posiblemente hecho adrede para añadir más emoción a los combates).
Respecto a las armas, a diferencia de otros juegos aquí ya vemos los primeros aspectos con lo que entendemos de lo limitado del presupuesto y del «scope» del título. Tan sólo tendremos dos armas y las tendremos de inicio, eliminando así todo interés en la exploración si quieres encontrar más armas nuevas. Si bien es cierto que iremos obteniendo mejoras para ambas, hubiera estado bien algún tipo de arma más para dar más variedad.
Puntualizo lo que seria una «tercera arma» y es una de las grandes novedades de este juego respecto al anterior y a lo visto en otros juegos del género. Tendremos una especie de «guantelete» o «antebrazo» conectado a una mochila de ¿hidrógeno? con el que desprenderemos ráfagas de hielo para poder congelar a nuestros enemigos. Con dicho arma podremos congelarnos para, posteriormente, eliminarlos más fácilmente. Si bien es cierto que también podemos ir «a lo Rambo» y matar a los enemigos sin congelación previa, será muy útil para ahorrar munición, añadiéndole un toque muy estratégico al combate.
En ocasiones me acordaba de Alan Wake y su mecánica de «iluminar» previamente a los enemigos para después liquidarlos. Aquí, además, este arma se irá «mejorando» con upgrades que vayamos encontrando en diversas estaciones y dará más juego aún al combate. Y además servirá para la resolución de ciertos puzles al, por ejemplo, poder congelar o extinguir incendios que nos bloqueen el paso. Sin duda se trata de un gran añadido. Eso sí, puestos a pedir, también hubiera estado bien algún tipo de ataque «melee» o esquiva.
Así como decíamos que había pocas armas, lo mismo ocurre con los enemigos. Con tan sólo 3 tipos de enemigos, este hecho hace que el combate se pueda sentir algo repetitivo, aunque gracias al Frost Grip serán algo más divertidos como decíamos. Y los combates serán exigentes, como en todo buen survival. Pero creo que es una dificultad artificial, provocada por el número de enemigos más que por otros factores que deriven de tu habilidad como jugador.
También se añade un factor interesante a los enemigos ya que, por causas relacionadas con la historia que no desvelaremos, la «esencia» de un enemigo derrotado podrá viajar a otro cadáver para revivirlo y transformarlo en un nuevo enemigo que va directo a ti. Eso si, si eres lo suficientemente rápido, podrás acabar con esa «esencia» antes de reencarnarse en otro enemigo. Esto le añade también una novedad interesante pero que, a la vez, eleva la dificultad del juego.
Para redondear la jugabilidad, no faltarán los sustos, los documentos que leyéndolos amplíes conocimiento sobre la historia y el lore, coleccionables al más puro RE 2 Remake y sus Mr. Raccoons y varios puzles
Sobre los puzles, la mayoría son sencillos y bastante lógicos, agradeciendo que no nos persiga ningún enemigo mientras los resolvemos. Además contaremos con una especie de minijuegos (más elaborados que en su primera parte) donde nuestra recompensa será abrir unos armarios con recompensas en objetos.
VISUAL, RENDIMENTO Y DEMÁS
Dentro de las opciones gráficas de Daymare: 1994 Sandcastle en PlayStation 5, tenemos los dos clásicos modos gráficos calidad y rendimiento.
En cuanto al modo rendimiento, sacrificamos algo de calidad visual para una mejor tasa de frames. Yo me he decantado por jugar toda la aventura en modo calidad y, aunque si ha habido momentos en los que los frames bajaban mucho, han sido momentos puntuales y que no me ha perjudicado en exceso en el desempeño del combate. En este modo, los gráficos generales son muy elaborados aunque, si vas al detalle y analizas con detenimiento algún escenario, se ven unas texturas muy poco definidas y sin trabajo.
Pero en líneas generales, la calidad es mas que aceptable, haciendo una mención especial a la iluminación (o más bien la ausencia de ella y como el juego lo utiliza para crear una mejor ambientación).
Las escenas cinemáticas cumplen su función y, lejos de ser nada espectaculares, lo visto ayuda a seguir la historia y se nota que ha habido más trabajo en los personajes que en su juego anterior.
El juego viene con voces en inglés y subtítulos en castellano, sin haber observado aparentemente ningún fallo en su traducción.
Sobre la duración, dependerá de lo que explores y de como te desenvuelvas en combate, pero rondará las 10 horas, aceptable para la propuesta que tenemos delante. Lamentablemente, no hay rejugabilidad más allá de iniciar una nueva partida para conseguir el resto de logros.
CONCLUSIONES
Daymare: 1994 Sandcastle es una evolución muy positiva de lo visto en Daymare 1998. Si jugaste el juego de 2019 notarás en este juego un producto más completo, más elaborado y con más consistencia. Si no has jugado el anterior, encontrarás un survival horror clásico con alguna mecánica interesante pero alejado del resultado de estudios triple A, sin dejar de ser por ello muy entretenido.
PUNTOS FUERTES
- El añadido del Frost Grip le da una gracia añadida al combate
- Gráficamente se ve muy bien en su modo calidad
PUNTOS DÉBILES
- Poca variedad tanto de enemigos como de armas
- Puzles muy sencillos y exploración muy lineal