ANÁLISIS TAINTED GRAIL THE FALL OF AVALON
Hace poco tuvimos el remaster de The Elder Scrolls Oblivion. Creo que, gracias a ese tipo de obras, el rol “del bueno” nunca muere. Pero no sólo de remakes y remasters vive el hombre, puesto que, de tanto en cuando, también tenemos obras que nos devuelven un par de épocas atrás para hacernos revivir épocas en que éramos felices roleando. Y hoy os vengo a hablar de mi experiencia con Tainted Grail: The Fall of Avalon. Tras haberlo jugado en PC os puedo asegurar que, si te gusta el rol, lánzate a por él.
Hablamos de un RPG de mundo abierto desarrollado por Awaken Realms Digital, basado en el universo oscuro y melancólico de Tainted Grail, un juego de mesa creado por Krzysztof Piskorski. A nivel de historia, el juego busca sumergir al jugador en una reinterpretación decadente del mito artúrico. Con fuertes influencias de The Elder Scrolls, especialmente Skyrim, este título intenta equilibrar elementos de rol clásico con mecánicas modernas de exploración y combate en primera persona.

Uno de los pilares fundamentales de The Fall of Avalon es su historia. Lejos del relato heroico y luminoso que suele asociarse con el ciclo artúrico, aquí encontramos una visión sombría y desoladora del legendario Avalon. El Rey Arturo ha muerto, y su caída ha desencadenado un colapso total del orden natural y social. La magia del Wyrdness (una niebla corruptora que deforma la realidad) se extiende sin control, y los antiguos ideales de honor, nobleza y redención han sido reemplazados por la supervivencia brutal y el egoísmo.
Nosotros seremos un prisionero en una tierra quebrada y olvidada, sin recuerdos ni explicaciones claras. Ya desde el inicio tenemos un mundo lleno de secretos, conspiraciones y figuras moralmente ambiguas. Las decisiones que tomemos afectarán a nuestro destino y moldearán nuestra evolución del mundo y sus facciones. El juego se apoya en un sistema de elección y consecuencia, aunque algunos de estos resultados no siempre se reflejan con la profundidad esperada.

Entrando de lleno en su apartado jugable, su estructura es la de un RPG en primera persona con mundo abierto. Avalon se presenta como una tierra interconectada, llena de ruinas, mazmorras, aldeas y regiones infestadas por criaturas deformadas por el Wyrdness. La exploración es fundamental, y se nos recompensará la curiosidad con objetos únicos, eventos dinámicos y tramas secundarias que a menudo rivalizan en interés con la historia principal.
A nivel de combate, se mezclan elementos cuerpo a cuerpo, magia y sigilo. Claramente inspirado en Skyrim, su ejecución resulta menos pulida. El sistema de física es rudimentario, con colisiones algo erráticas y animaciones a veces torpes. Aun así, las posibilidades tácticas se amplían conforme el jugador desbloquea habilidades, mejora armas o aprende nuevos hechizos.

Lo que me ha resultado más interesante ha sido el uso del Wyrdcandle, una vela mágica que permite al jugador adentrarse en zonas distorsionadas por la niebla. Con ella se genera un entorno visual y jugable cambiante. Se añade pues así tensión y atmósfera, pero también mecánicas de supervivencia y planificación: las velas se consumen, y quedarse sin ellas en un entorno corrompido puede significar una muerte segura.
Por el contrario, algunas secundarias están bien construidas y plantean dilemas morales interesantes, otras caen en la repetitividad de los típicos recados. Y notamos más ese hastío en la parte inicial del juego, cuando aún tenemos habilidades por desbloquear.
A nivel audiovisual, tenemos una estética lúgubre y decadente, con paisajes cubiertos de bruma, estructuras derruidas y criaturas grotescas que evocan un terror primitivo. La paleta de colores es apagada, dominada por verdes oscuros, grises y tonos ocres, lo que refuerza la sensación de desesperanza.

En su apartado técnico, el juego aún presenta problemas. Aunque los modelos de personajes han mejorado desde sus fases tempranas, aún hay animaciones robóticas, bugs visuales y tiempos de carga extensos en algunas zonas.
Toca ya concluir este análisis comentando sus puntos fuertes y débiles. Lo que más nos ha gustado ha sido su narrativa oscura y profunda basada en una reinvención del mito artúrico. También su excelente ambientación visual y sonora, así como su mundo abierto rico en secretos y exploración. Por otro lado, su sistema de combate es aún rudimentario y poco refinado, y las animaciones y las físicas también mejorables.

En definitiva, para quienes buscan mundos oscuros, decisiones difíciles y exploración significativa, este juego es una joya imperfecta, pero valiosa.

