Análisis – Chickenhare and The Treasure of Spiking Beard
Basado en el cómic, Chickenhare and The Treasure of Spiking Bear lleva su universo al mundo del videojuego con una mezcla caricaturesca humorística refrescante para el medio. El universo creado por el dibujante Chris Grane, da el gran paso de introducirse en otro medio diferente a lo que nos tiene acostumbrados.
El protagonista podemos decir que es una gallina cruzada con varios otros animales que va enfrentándose a monstruos en un mundo fantástico colorido y con situaciones cómicas. A raíz de esta pequeña sipnosis vamos a destacar sus puntos principales y sus flaquezas.

Puntos positivos
La aventura de Chickenhare and The Treasure of the Spiking Beard es la adaptación de un cómic que para los fans ofrece una experiencia inigualable en mi opinión. Estamos hablando del género clásico acción/aventura más plataforma que me ha permitido disfrutar unas cuantas horas de él sin ser fan de su universo.
El tono familiar y visual es fascinante, ideal para toda la familia que buscan una experiencia más casual en este mundo del videojuego. Por lo que he podido ver por encima, también es bastante fiable al universo que es de agradecer para su comunidad.
También las posibilidades de jugar con otros personajes como Abe y Meg añaden algo de variedad a la aventura, además acompañado con los puzzles y coleccionables se te queda en un videojuego genial para pasar la tarde.
Puntos negativos
El control puede ser un poco impreciso para tratarse de un juego de plataformas, sobre todo en los saltos. Tampoco estoy pidiendo que un Chickenhare and The Treasure of the Spiking-Beard tenga la fluidez de un triple AAA pero es un aspecto que se puede mejorar.
Para los jugadores experimentados, la experiencia en Chickenhare and The Treasure of the Spiking beard puede ser un poco fácil ya que los enemigos no se sienten como obstáculos difíciles y la mayoría de los puzzles son bastante obvios.
El argumento es bastante básico y no tiene grandes giros de guión. Se trata de una trama simple y ligera para un público más casual que de costumbre.

