Análisis WWE 2K25 para Nintendo Switch 2
Nintendo Switch 2 ya lleva algunos meses entre nosotros y los juegos potentes de las Thirds Parties comienzan a llegar a la nueva consola híbrida de Nintendo. Es por eso que en esta ocasión nos llega un título que, a priori, resulta muy interesante por ver como luce en la consola de la compañía japonesa.
Hay que destacar que el videojuego nos llega con las mismas características en cuento a modos que tuvimos ya en su versión de generación actual de consolas, es por ello que si queréis saber más sobre estos os dejamos el enlace ya realizado con anterioridad. Lo primero que debemos destacar es que nos encontramos ante un salto generacional del juego para una consola portátil, donde la pantalla vibra, los personajes se mueven con peso, el ring resiste golpes y el público reacciona.
Además, los 60 fps no son una simple promesa, sino todo un hecho que se cumple en todo momento tanto en modo portátil como en el de sobremesa. Todo esto sin tener que sacrificar grandes cosas, pues tenemos la reacción del público o incluso la vibración del ring cuando existen golpes.
Tal y como ya se ha dicho antes, aquí nos tocará centrarnos en las novedades de esta versión. Y teniendo en cuenta que el juego es idéntico en cuanto a modos (incluido la isla) pues vamos a desarrollar como luce a nivel gráfico. Desde el primer momento somos capaces Sever que esto no se trata de un simple port con algo de recorte, sino que el estudio Visual Concepts ha hecho un gran trabajo y ha podido mezclar de forma ejemplar tanto la potencia como optimización.
Y es que los anteriormente citados 60 fps estables, insistimos que ocurre tanto en el modo portátil como en el de sobremesa, son una constante cada vez que jugamos. Pero es que no es solo en los enfrentamientos individuales, sino que en los modos multitudinarios como Royal Rumble o War Games con hasta ocho luchadores en pantalla, donde otros títulos suelen caer en tirones o bajones. Aquí, sin embargo, el rendimiento se mantiene firme, lo que es un salto de calidad enorme en comparación con entregas anteriores en Switch.
En cuanto a los detalles visuales los modelados de los luchadores sorprenden por su nivel de realismo. Podemos ver texturas de piel que parecen casi palpables, ropa con relieve y animaciones faciales expresivas que transmiten emociones. Las entradas tampoco sufren recorte alguno, sino que las encontramos de forma completa junto a todo el espectáculo de luces que les acompaña.
Vamos ahora con las diferencias entre el modo portátil y el de sobremesa. En modo dock los colores son más vivos y las sombras menos agresivas, mientras que en portátil el juego opta por un contraste algo más suave y difumina ligeramente los fondos para centrar la atención en la acción principal, siempre sin sacrificar fluidez ni respuesta. Eso si, no todo es perfecto y es que durante ciertas cinemáticas o movimientos finales el framerate baja de forma intencionada hasta los 30 fotogramas.
Para concluir, nos encontramos ante una versión muy digna que no sufre recortes de ningún tipo en el ámbito jugable y eso es algo que hay que destacar. WWE 2K25 para Nintendo Switch 2 representa un salto cualitativo importante para la saga en la plataforma, combinando gráficos detallados, rendimiento fluido y un audio envolvente que captura la esencia del espectáculo WWE.
