ANÁLISIS FATA DEUM – UN JUEGO DE ESTRATEGIA EN DONDE SEREMOS UN DIOS QUE TENDRÁ QUE CONSEGUIR LA VICTORIA SOBRE OTROS

Los videojuegos siempre se han caracterizado por ser originales y conseguir siempre dar con el clavo para no pisar la idea de nadie. Pero lo más difícil de todo es conseguir hacer algo tan fácil sin que nadie antes lo haya hecho. Y eso es algo que hay que reconocer a los chicos de Aerosoft GmbH, quiénes han conseguido crear un juego de estrategia en el que somos dioses que luchan entre sí por conseguir que los ciudadanos del lugar sean de su religión.
Y la verdad es que es bastante gracioso, ya que nuestra intención no será simplemente la de conseguir el mayor número de creyentes realizando buenas acciones, sino que también seremos los culpables de crear diferentes problemas en las religiones de los demás jugadores. Así, Fata Deum es un juego único y diferente, en el que la astucia a la hora de realizar cada acción determinará quién se llevará la victoria al final de los días.

Una idea original y divertida para jugar con amigos
Muchos de vosotros habréis tenido una reunión con amigos en la que solucionabais todos los problemas existentes en el mundo con cierta facilidad. Pues bien, esta es la oportunidad perfecta para demostrar que todas esas ideas tan ingeniosas son realmente efectivas. Fata Deum nos dejará la oportunidad de ver cómo de buenas son las ideas que tenemos. Para ello, se seleccionará un mapa determinada, donde habrán diferentes localidades con sus respectivas características primitivas.
No habrá ninguna más importante que la otra, pero sí es cierto que habrá algunas más grandes, lo que nos hará poder contar con un mayor número de creyentes. Y es que Fata Deum se basa en conseguir el mayor número de creyentes, aunque eso signifique tener que tirar por tierra las diferentes ideas de los dioses rivales en la partida. Una vez tengamos cierta relevancia en un pueblo, se nos aparecerá la oportunidad de cumplir deseos de los ciudadanos, éstos servirán para hacer prosperar la ciudad y conseguir tener una relevancia superior al resto de pueblos.
También, se podrán construir diferentes edificios con sus respectivas metas. Estas, una vez se consigan, hará que nuestra religión también aumente y que nosotros, como dioses, también consigamos una mayor posibilidad de ganar la partida. Convertir a un ciudadano en nuestra religión se podrá conseguir de diferentes maneras, la principal de ellas es ofreciendo amor a cada uno de ellos, viendo lo bondadosos que podemos llegar a ser. Sin embargo, también podremos ser dioses terroríficos, lo que hará que muchos de los ciudadanos decidan cambiar a nuestro bando por miedo.
Aunque lo realmente divertido es que podremos elegir un ciudadano ajeno a nuestra religión y provocarle para que realice una mala acción. Al conseguirlo, los ciudadanos de su alrededor creerán que su dios es malvado y decidirán comenzar a venerarte. Por último, cada vez que subamos de nivel al realizar alguna acción o cumplir el deseo de algún ciudadano, conseguiremos diferentes acciones únicas que nos servirán para seguir apoderándonos del mundo a través de la religión.

Fata Deum no es una obra maestra en lo gráfico pero es bastante bueno
Fata Deum destaca por su originalidad y jugabilidad. Esto hace que el apartado audiovisual pase a un segundo plano, aunque para nada es un aspecto negativo del juego, o por lo menos no del todo. Centrándonos en lo gráfico, es cierto que Fata Deum no cuenta con una definición perfecta de los pixeles, ni tiene un gran nivel de detalle. Aun así, es capaz de mostrar lo necesario y conseguir tener una cierta esencia propia, que es lo más difícil. Por otro lado, la banda sonora sí que tiene un gran nivel.
Una de las mejores partes que hemos visto de Fata Deum es que apenas tiene problemas. Esto quiere decir que la estabilidad en el juego es prácticamente perfecta. Se puede disfrutar de él sin sufrir bugs o cuelgues que nos impidan jugar. Además, la innovación es algo crucial para ellos. Han conseguido aterrizar en un género bastante visitado en los últimos años y llegar como un soplo de aire fresco, al no pisar a absolutamente nadie. En definitiva, Fata Deum no es el juego perfecto, pero sí es el que te aportará algo distinto.

Puntos Positivos
- Originalidad
- Una jugabilidad muy divertida
- Las diferentes trastadas que se pueden realizar a nuestro rivales
Puntos Negativos
- En solitario es un juego que puede llegar a ser repetitivo
- La IA no es muy inteligente, así que conseguirás rápidamente la victoria
