ANÁLISIS THE VISITOR EFFECT – UN TÍTULO QUE NOS REGALA UN SINFÍN DE ROMPECABEZAS CON LA MISIÓN DE RECUPERAR NUESTRA POTENCIA

Los videojuegos no siempre tienen que ser tan deducibles como le gustaría al jugador, de hecho, muchos prefieren encontrarse un título repleto de desafíos que los lleve a una exigencia poco común. Por ello, los títulos que se centran en la resolución de puzles o rompecabezas suelen tener tanto éxito, o por lo menos, solían tenerlo. Poco a poco, los jugadores se han inclinado por estilos frenéticos, donde la acción es constante y no hay un segundo en el que pararse a pensar y proseguir con nuestra labor.
En The Visitor Effect: Not an experiment han pensado en aquellos jugadores que prefieren un desafío intelectual antes que uno mecánico. Donde la habilidad del jugador no se mide en lo rápido o lo bien que ha derrotado a un rival, sino en la resolución de problemas que se van presentando en pantalla. En este título, seremos un robot que ha sido despertado, con la problemática de que nos hemos olvidado de todas nuestras habilidades, las cuales las iremos consiguiendo a medida que vayamos pasando los niveles y encontrando las páginas de nuestro manual de instrucciones.

Jugabilidad simple pero exigente
Como es de esperar, este juego no cuenta con una jugabilidad alucinante ni nada que vaya a cambiar la perspectiva de los títulos centrados en los rompecabezas. Es más, podríamos decir que anda en lo común. Pantallas y pantallas de niveles que se van intercalando con alguna que otra conversación que poco o nada tiene que añadirle a nuestra historia. Aun así, lo más importantes es que hay algunas pantallas que realmente son un desafío, lo que hace que por momentos podamos parar, pensar qué podemos hacer y continuar con nuestra aventura.
En lo relativo al apartado audiovisual, es un pixel-art un poco menos brillante de lo normal. Su estilo no resalta prácticamente en nada, lo que termina pareciendo un juego sin alma. Es cierto que no se requiere un gran diseño para destacar en este género, pero no tenemos nada que poder sacar a relucir de su diseño. Por el contrario, la banda sonora sí mejora un poco más la experiencia. Sigue sin ser una obra maestra pero sí le da un toque mucho más personal y que podemos definir como propio del título.

Una aventura simple, corta y con muy poco trasfondo
Si antes no destacábamos nada del juego, hay que comentar que no se ven ni se sufren problemas a la hora de disfrutar de la aventura, lo que se agradece después de ver otros títulos que llegan para ser entregados por su estado. Además, los mecanismos que se van intercalando en los diferentes niveles siempre van fluidos, lo que no provoca ninguna alteración en nuestra experiencia. Para resumir un poco todo, The Visitor Effect: Not an experiment es un título que no destaca en nada pero no tiene puntos negativos extremos, es un juego al que jugar, disfrutar un par de niveles y dejar ahí durante un tiempo.
Esto no quiere decir que sea un mal juego, pero tampoco os podemos aconsejar que lo juguéis pensando que estáis ante un título que os va a cambiar la perspectiva. En definitiva, si sois un jugador que os encanta el género, probadlo, pero si no sois asiduos a él es mejor no hacerse con él. Hay muchas otras ofertas en el mercado que pueden satisfacer vuestras necesidades.
Puntos Positivos
- Hay algunos niveles exigentes
- La banda sonora se siente propia
Puntos Negativos
- Duración corta
- El apartado visual está muy justo
- El argumento del juego no es lo suficientemente fuerte como para enganchar
- Su jugabilidad es bastante básica

