ANÁLISIS YOOKA-REPLAYLEE EN PS5
Cuando un juego antiguo recibe una nueva versión, siempre hay que estar muy alerta con las novedades o mejoras que se introducen. Y hoy os vengo a hablar de Yooka-Replaylee, del que os traigo mi análisis para PS5.
La verdad es que jugar a Yooka-Replaylee ha sido una sorpresa constante, casi como redescubrir un juego que pensaba que conocías al dedillo. Había jugado al Yooka-Laylee original en su día y recuerdo bien sus puntos fuertes y débiles: ideas brillantes empañadas por una cámara caprichosa, controles algo rígidos y un ritmo irregular. Por eso, al empezar esta nueva versión, no esperaba un cambio tan profundo. Pero creedme que lo es. No estamos ante un simple lavado de cara; es una reinterpretación que se siente más divertida y, sobre todo, más redonda.

En cuanto al aspecto narrativo, ahora todo se presenta como un “libro de cuentos”, con transiciones más fluidas y un tono más unido. No es que la historia sea especialmente compleja (capital B sigue siendo un villano caricaturesco y las Pagies el gran objetivo), pero el modo en que se cuenta hace que el arranque tenga mucha más fuerza.
Pero donde hay muchísima mejora es en el diseño de niveles. Los mundos, que ya eran coloridos y expansivos, ahora se sienten más vivos y mejor conectados. Hay zonas nuevas, otras rediseñadas y, en general, una distribución de coleccionables mucho más lógica. En el original sentía que muchas Pagies estaban “colocadas porque sí”; aquí casi todo invita a la exploración natural. He de reconocer que pasé más tiempo curioseando que siguiendo el camino principal, y el juego lo recompensa constantemente.

Otra mejora clave está en los controles. El movimiento es más suave, los saltos más predecibles y habilidades como el “Reptile Roll” o el planeo con Laylee se sienten más precisas. Jugarlo con el DualSense añade un toque extra: la vibración háptica, aunque sutil, acompaña bien los golpes, los saltos y ciertos elementos ambientales. A diferencia del original, rara vez tuve que pelearme con la cámara, algo que es de agradecer
A la progresión también se la ha dado una vuelta. Antes, avanzar implicaba ir desbloqueando habilidades constantemente y volver atrás para expandir los mundos. Ahora todo es más orgánico: muchas habilidades se obtienen antes y las expansiones no interrumpen el ritmo. Pude explorar a mi aire sin sentir que el juego me frenaba artificialmente.

Además, ahora contamos con el modo adicional de Rextro, con niveles isométricos que homenajean a los arcades clásicos. Son simples, pero aportan variedad y funcionan muy bien como descansos entre sesiones de plataformas.
Gráficamente, el juego luce muy bien en PS5. No es un portento técnico, pero sí mucho más nítido, estable y fluido que el original. Las texturas mejoradas y la iluminación revisada hacen que cada mundo tenga más personalidad. La banda sonora encaja perfectamente con el tono desenfadado del juego.

No todo es perfecto, claro. También hay cosas que me han chirriado un poco. Algunos jefes siguen teniendo patrones demasiado largos, y en un par de misiones sufri un bug que me obligaron a reiniciar desde el último punto. Tampoco faltaron algunos tirones puntuales, aunque nunca arruinaron la partida.
Aun así, la sensación final es fantástica. Yooka-Replaylee consigue lo que suele parecer imposible: toma un juego irregular y lo transforma en algo realmente recomendable. Es más fluido, más divertido, más coherente y mucho más satisfactorio de explorar. Si te gustan los plataformas 3D y tienes una PS5, este salto al universo de Yooka y Laylee merece muchísimo la pena. Tanto seas un habitual de la saga como sea tu primera vez, es muy recomendable
