DEMOLISH AND BUILD COMPANY ANÁLISIS – NINTENDO SWITCH
Siguen estando en tendencia, de moda se podría decir viendo la gran cantidad de simuladores con los que contamos en el mercado en el día de hoy. Así que nuestro protagonista en el día de hoy no podía ser menos y es que contamos con una nueva propuesta para la híbrida de Nintendo con la llegada de un título que ya os adelanto que da para hablar un rato y no precisamente para bien, bienvenidos al análisis de Demolish and Build Company.
DESTRUIDME A MI POR FAVOR
La premisa de este videojuego es realmente sencilla, nada más arrancar el título nos dicen que nos subamos a la demoledora y que empecemos a cumplir encargos para la compañía pero es que ya desde el segundo uno nos damos cuenta de lo pobre que va a resultar esta propuesta. La conducción de un punto a otro resulta cuanto menos cuestionable y tediosa pero es que todavía son peores los puzles que plantea la aventura que en resumidas cuentas acaban siendo el core principal del videojuego.
Cierto es que iremos contando con diferentes desafíos, herramientas y vehículos para cumplir de todas aquellas tareas que requieran de nuestros mañosos servicios. Sin embargo el resultado final os aseguro que es muy pobre, de las peores experiencias que he tenido como jugador y no es por el tipo de propuesta de simulación dado que ya tengo unas cuantas a las espaldas sino por la falta de cariño y de ingenio a la hora de diseñar los niveles. No se siente en ningún momento una estructura sólida y una curva de aprendizaje bien ideada sino simplemente un número de elementos colocados por conveniencia para hacer pasar el rato al jugador.
Esta desidia se refleja en varios de los apartados del videojuego pero principalmente en dos muy exactos: gráficos y banda sonora. El trabajo de porteo a la plataforma de Nintendo Switch es sencillamente lamentable, no encuentro justificación alguno para un juego de este nivel gráfico para no poder al menos tener una tasa de fps estables. El sistema de colisiones es nulo, los efectos de sonido imperceptibles, en líneas generales, el trabajo de porteo es inexistente.
Desde el inicio viviremos una «experiencia de antaño», increíble que se permitan propuestas de este calibre entrar a una plataforma como la de Nintendo pero si, siguen sucediendo casos de este estilo. Lo mismo ocurre como comentaba con su banda sonora y es que literalmente contamos con cuatro estridentes temas que lo único que van a hacer es que a los veinte minutos decidamos apagar la radio y simplemente intentar torturarnos lo menos que podamos.
En conclusión, Demolish and Build Company es un juego nefasto, irrisorio, que no solamente pone en tela de juicio la entrada a la plataforma sino que deja en muy mal lugar a las propuestas de simulación que tanta gente ama dentro del medio. No pretendo infundir prejuicios ni mi opinión con este análisis pero desde luego que estamos ante una propuesta por lo menos evaluable para evitar jugar.