ANÁLISIS KAMLA PARA PC
Cuando hablamos de terror, en lo personal yo no he jugado ningún título que se ambiente en India, y hoy os vengo a hablar de Kamla, uno de esos juegos que empiezan discretos, casi sin hacer ruido, pero poco a poco te van atrapando con su forma de contar las cosas.
Lanzado en PC, PS5 y Switch, desde el primer momento tienes claro que no vienes a una experiencia llena de acción, sino a una aventura algo más tranquila, en la que la exploración y la observación lo son todo. Yo lo he jugado en PC, con teclado y ratón, y he sentido que el ritmo pausado forma parte de su encanto, como si el propio juego te invitara a respirar hondo y avanzar sin prisas.

En cuanto a su historia, ésta no se presenta de manera directa. No hay largas escenas explicativas ni personajes que te lo cuenten todo. Más bien vas descubriendo el trasfondo a medida que caminas, interactúas con objetos y te fijas en los detalles del entorno.
La narrativa confía en que el jugador ponga de su parte, y eso a mí me ha gustado, porque me he sentido más implicado. A veces he tenido la sensación de estar reconstruyendo un puzle emocional, donde cada pequeño hallazgo me daba una pista más sobre lo que había pasado allí. Eso sí, es un tipo de historia que se cocina a fuego lento, y quien busque algo más directo quizá se quede con ganas de más claridad.
La jugabilidad de Kamla se basa sobre todo en moverte por escenarios que tienen mucho más de lo que parece al principio. Caminas, investigas objetos, activas mecanismos y tratas de descifrar qué está pasando a tu alrededor. No hay un marcador gigante diciéndote qué hacer. Al contrario, el juego te suelta y te dice, de manera silenciosa, “mira bien”. Eso hace que avances a base de prueba y error, pero sin que llegue a sentirse injusto. Cuando algo no me salía, normalmente era porque me había saltado algún detalle del entorno, y cuando por fin lo veía, tenía esa sensación tan agradable de “vale, ya lo he pillado”
En PC los controles son bastante sencillos: con el teclado te desplazas y con el ratón investigas y accionas. Alguna vez he notado cierta rigidez en los movimientos del personaje, como si respondiera un poco tarde, pero en general no me ha impedido avanzar.
En lo audiovisual, Kamla apuesta por un estilo sobrio pero muy coherente. No busca ser un juego realista, sino algo que quiera recrear una atmósfera de soledad y misterio. La iluminación juega un papel clave, igual que la paleta de colores, que transmite calma pero también un pequeño desasosiego. El sonido está muy bien medido. No hay música constante, pero los efectos ambientales, los pasos, los ecos del entorno… todo suma para que te metas más en el mundo.
En cuanto al rendimiento técnico, en mi PC ha funcionado perfectamente sin ningún tipo de problema. Eso sí, he de decir que cumple de manera sobrada los requisitos técnicos. Los tiempos de carga son razonables y no me he encontrado con bugs que rompan la partida. Se nota que, sin ser un portento técnico, está bien optimizado para que funcione sin demasiadas complicaciones.
Al final, mi sensación con Kamla es la de haber jugado a una experiencia pequeña (su duración es muy breve, unas 2 horas), pero hecha con mimo. No es un juego pensado para todo el mundo: su ritmo pausado, su forma indirecta de contar la historia y su jugabilidad basada en la observación pueden chocar a quien busque algo más inmediato. Pero si entras en su propuesta, te recompensa con momentos de calma, de misterio y de satisfacción al resolver cada pequeño enigma