El Museo OXO del Videojuego de Madrid vuelve a sorprendernos con una propuesta espectacular: una exposición dedicada al universo LEGO, que desde su apertura se ha convertido en uno de los mayores atractivos del espacio. Si ya era una parada imprescindible para los apasionados del videojuego, ahora lo es aún más con esta incorporación, que podrá disfrutarse en la capital hasta el próximo mes de abril.
Nada más cruzar las puertas del museo se percibe ese ambiente tan característico del OXO: una mezcla perfecta entre tecnología, historia y emoción por el medio interactivo. La exposición de LEGO se encuentra ubicada en la segunda planta, pero antes de subir, merece la pena dedicar unos minutos a los expositores permanentes que recorren la evolución del videojuego desde sus orígenes hasta la actualidad. Es un viaje que prepara el terreno para comprender por qué LEGO y los videojuegos comparten tanto: imaginación, construcción y juego sin límites.

La muestra arranca con un recorrido histórico por las distintas colaboraciones de LEGO con el sector, desde clásicos como El Señor de los Anillos hasta el reciente LEGO Voyagers. Esta sección incluye una estación interactiva de juego, donde los visitantes pueden probar el título cooperativo libremente. Es un detalle que aporta dinamismo a la experiencia y que refuerza el carácter participativo del museo: aquí no solo se mira, también se juega.
A continuación, el visitante se adentra en una serie de salas donde las construcciones LEGO toman el papel protagonista. Es un espectáculo visual que despierta tanto la nostalgia como la admiración por la minuciosidad con la que se reproducen universos de sagas tan queridas como Animal Crossing o Minecraft. Cada pieza, cada detalle, refleja la fusión entre dos mundos creativos que siempre han hablado el mismo idioma: el del juego y la imaginación.
La exposición también reserva un espacio para la creatividad colectiva. Uno de los puntos más llamativos es el mural de Sonic, que los visitantes deben completar pieza a pieza con pequeños mosaicos, recreando una icónica escena del erizo azul. Es una propuesta que evoluciona con el tiempo, haciendo que cada visita sea diferente. Y para los más pequeños (o los adultos con espíritu de niño), hay un espacio de construcción libre, donde dar rienda suelta a la imaginación con sus propias creaciones.
Además, durante las mañanas el museo organiza talleres de montaje LEGO para centros educativos, una iniciativa brillante que combina arte, ingeniería y pedagogía. Este tipo de actividades refuerzan el compromiso del OXO con la educación y el fomento del pensamiento creativo, acercando el videojuego y la cultura digital a las nuevas generaciones desde un punto de vista didáctico y accesible.
En conjunto, esta exposición temporal dedicada a LEGO se sitúa entre las más completas y cuidadas que han pasado por el Museo OXO, tanto en su sede madrileña como en la original de Málaga. Es un ejemplo claro de cómo el museo sigue ampliando su propuesta para convertirse en un referente cultural que va mucho más allá del videojuego: un espacio donde convergen arte, diseño, tecnología y entretenimiento.
La iniciativa refuerza la identidad de OXO como epicentro de la cultura del videojuego en España, demostrando que este medio tiene la capacidad de conectar con la creatividad, la educación y la emoción de una manera única.
En definitiva, una muestra que rinde homenaje a la imaginación, a la infancia y al poder de construir mundos propios. Si eres amante del videojuego, del arte o simplemente de LEGO, esta exposición no solo merece una visita: merece que te tomes tu tiempo para disfrutarla pieza a pieza.
¡Hasta la próxima aventura en NextGame, a seguir disfrutando de los videojuegos!