Análisis Elden Ring Nightreign PS5 – Caza en grupo
A nadie se le escapa que FromSoftware tenía una cuenta pendiente con la experiencia multijugador; este elemento había estado presente, con mayor o menor fortuna, en sus soulslike, pero se echaba en falta una propuesta sólida que facilitara a sus numerosos seguidores compartir combates (y muertes) por parajes desoladores. Elden Ring Nightreign llega dispuesto a cumplir esa función. ¿Lo ha conseguido?
Sobrevivir una noche más
El título se desarrolla a través de partidas con tres jugadores (se puede jugar solo, pero no es aconsejable) que deben sobrevivir durante dos fases antes de llegar a un enfrentamiento contra uno de los ocho jefes principales llamados Señores de la Noche. Resulta indispensable subir de nivel y acumular el equipamiento más poderoso posible para tener éxito; estas mejoras desaparecen al final de cada incursión, de modo que el componente roguelike es bastante evidente.
Esta acumulación de poder debe realizarse con cierto frenetismo, puesto que, al más puro estilo battle royale, hay un círculo en las dos primeras fases que va reduciendo progresivamente la cantidad de mapa donde se puede permanecer sin sufrir daños. Así, los protagonistas se ven arrinconados hasta llegar a un punto central en el que deben vencer a un jefe reciclado de Elden Ring o Dark Souls para poder avanzar a la siguiente etapa de la expedición.
Por ello, hay que elaborar con rapidez una estrategia sobre los lugares que se deben priorizar para hacerse fuertes: hay sitios como campamentos o ruinas repletos de enemigos que pueden esconder objetos o armas interesantes, iglesias que permiten incrementar la capacidad de viales de salud, minijefes que otorgan efectos pasivos o armas poderosas al ser vencidos…
Aquí se desvela un condicionante importante de Elden Ring Nightreign: si se juega con dos amigos y es posible comunicarse con micros, la adrenalina y la adictiva sensación de aventuras están casi aseguradas; si, por el contrario, se va con dos desconocidos, es considerablemente más difícil coordinarse, pues las interacciones se limitan prácticamente a poner marcadores en el mapa. En cierto modo, en este segundo caso, el juego fuerza que haya un jugador que lidere y dos que lo sigan a ciegas pues, de lo contrario, se daría lugar a una dinámica caótica que pondría muy difícil la consecución del objetivo final.
Si se permitiera la aventura por parejas, se dispensaría a los usuarios una flexibilización muy necesaria. FromSoftware ha comunicado que está trabajando en ello, pero no se prevé un cambio a corto plazo de la situación. Por otro lado, la opción de ir en solitario constituye un dolor de muelas, puesto que la propuesta se ha diseñado pensando claramente en tres jugadores, con una mención especial a los Señores de la Noche y su comportamiento. La ausencia de compañeros lleva aparejada una dificultad durísima solo apta para los más cafeteros.
Un héroe o una heroína para cada jugador
Antes de cada expedición, el jugador debe elegir entre ocho personajes (seis de inicio y dos desbloqueables); cada uno representa una manera de acercarse a los soulslike: Sylvestre es el más equilibrado; Guardián se enfoca en la defensa; Ojos de Acero se especializa en el ataque a distancia con su arco y su munición infinita; Reclusa es la experta en magia…
Las sinergias entre personajes son vitales. De nuevo, resulta más fácil diseñar un equipo adecuado para la misión si se juega con amigos. En cualquier caso, estos caracteres son idóneos para experimentar con distintos estilos de combate y encontrar el que más se acerque a la sensibilidad del jugador.
En lo que se refiere a la personalización, es limitada. Sus atributos mejoran automáticamente en cada partida al subir de nivel en los Lugares de Gracia. Asimismo, las armas encontradas llevan aparejados efectos pasivos que pueden ser relevantes si se tiene suerte y se gestionan bien.
Los objetos que sí permiten cierta diferenciación antes de una expedición son las reliquias. Se consiguen tras finalizar una partida (son más poderosas cuanto más lejos se llegue) o mediante su compra en el Bazar de Tarro disponible en la Mesa Redonda, el centro de operaciones de Elden Ring Nightreign. Su no desaparición tras morir o vencer constituye el principal elemento roguelite del juego.
Estas reliquias producen efectos pasivos tras llevar a cabo un rito con ellas en la Mesa Redonda. Por ejemplo, pueden habilitar un daño elemental concreto en el equipamiento inicial; si coincide con la debilidad del Señor de la Noche al que el grupo se va a enfrentar, existe una ventaja notable. Dicho esto, hay que sudar para encontrar una combinación de reliquias efectiva debido al carácter aleatorio y, habitualmente, no muy poderoso de sus efectos asociados.
Un mundo cambiante
La acción se desarrolla en el Altolimbo, un lugar similar al Necrolimbo de Elden Ring. Su diseño artístico se caracteriza por una majestuosidad decadente heredera de lo visto en el GOTY de 2022. Por su parte, el músculo gráfico no es elevadísimo (algo habitual en FromSoftware) y existe alguna caída de FPS algo molesta.
En lo que se refiere al desplazamiento por el escenario, se han tomado dos decisiones inteligentes: las caídas desde alturas elevadas no producen daños y el esprint no gasta energía cuando se está fuera de un combate. Estas dos circunstancias favorecen la agilidad y el frenetismo de las partidas, consolidando una refrescante aceleración del ritmo jugable que se distancia del tempo más pausado de la obra de Miyazaki.
En general, el mundo no cambia demasiado de una partida a otra, aunque sí lo hace la disposición de lugares concretos (iglesias, campamentos…), así como los minijefes y jefes que aparecen antes del enfrentamiento final. Eso sí, la experiencia gana una muy bienvenida variedad gracias a la posibilidad de que surja un evento aleatorio y, sobre todo, a los cataclismos. Estos últimos se activan cuando inicias una expedición tras derrotar a un Señor de la Noche; se originan nuevos emplazamientos en el mapa que merece la pena visitar por el placer de descubrirlos y para recibir mejoras importantes al superar los retos planteados allí.
Conclusión
No se puede abandonar este análisis sin hacer mención a los Señores de la Noche. Estos ocho combates se pueden colar sin problemas entre los más espectaculares de los títulos de FromSoftware por el diseño de las criaturas y la agresividad con la que encaran los enfrentamientos.
En definitiva, Elden Ring Nightreign es una propuesta adictiva y trepidante. Sobre todo, si se juega con amigos; en el caso contrario, surgen importantes contratiempos que, todo sea dicho, tampoco echan por tierra la obra en su totalidad. Ojalá las futuras actualizaciones limiten las debilidades (el modo cooperativo para dos jugadores debe llegar) y consoliden los puntos fuertes (sus personajes son variados, pero hay cabida para más).
Puntos positivos:
- Partidas divertidas y ágiles
- Magníficos jefes finales
- Personajes adaptados a múltiples estilos de juego
Puntos negativos:
- Escasas posibilidades de comunicación entre jugadores desconocidos
- Sistema de reliquias no demasiado aprovechado
- Ciertas caídas de FPS
