No es solo otro Borderlands; es más bonito, más sangriento, más bizarro, y al mismo tiempo, más elegante. El juego arranca como cualquier otra nueva IP. Un déjà vu: nuevo planeta, nuevo villano, nueva amenaza… pero que pareces conocer. Al poco tiempo entiendes que hay una intención más clara detrás del caos: reconectar con lo que hizo única a la saga, sin miedo a hacer las cosas diferente.
A continuación, os contamos nuestra experiencia tras más de cuarenta horas con esta nueva entrega, jugada en PlayStation 5.
El regreso explosivo del looter shooter por excelencia
El mundo abierto de Kairos es vibrante y diverso, con un diseño de niveles más elaborado que nunca. Las zonas se sienten vivas, hay verticalidad real, caminos opcionales que recompensan al explorador, y una atmósfera que va mucho más allá del clásico cel-shading. Gearbox ha conseguido hacer que cada región respire personalidad, tanto en lo visual como en lo jugable.
El humor sigue ahí, por supuesto, con enemigos absurdos como el “bateador” que lanza granadas a batazos, o psicópatas que caminan con las manos. Pero el alma del juego está en su nueva forma de contar historias, más contenida pero mejor dirigida. El Cronoguardián no es Jack el Guapo, pero tampoco lo intenta: tiene carisma y cumple como villano, sin eclipsar a un reparto que sorprende, especialmente algunos aliados que te marcan con misiones más personales.
Los buscacámaras vuelven a ser el corazón del juego, y en esta entrega se presentan más variados y personalizables que nunca. Desde el inicio, puedes elegir entre cuatro nuevos personajes, cada uno con habilidades únicas, árboles de progresión ramificados y estilos de juego bien diferenciados. Ya no se trata solo de elegir una clase, sino de moldearla a tu manera: enfocarte en daño, control, apoyo o una mezcla de todo. Con un sistema de personalización más profundo, puedes ajustar apariencia, habilidades activas y pasivas, e incluso experimentar con combinaciones híbridas. Esta libertad convierte cada partida en una experiencia distinta y hace que probar cada personaje sea casi obligatorio.
Los cuatro son un despliegue de estilo y poder. Rex, un exsoldado con brazo cibernético, canaliza energía para causar explosiones devastadoras. Lira manipula la gravedad para controlar el combate desde la distancia. Domek usa drones versátiles para atacar, curar o escanear, ideal para estrategias más tácticas. Y Sable, experta en tecnología alienígena, invoca construcciones etéreas que alteran el tiempo y el espacio. Cuatro estilos de juego muy distintos que represen tan la evolución más ambiciosa del concepto de buscacámaras hasta ahora.
El loot ha sido afinado como un instrumento. Cada arma tiene peso, feedback, utilidad. Las combinaciones son aún más locas, pero ahora hay más control: puedes montar builds que se sientan únicas y efectivas, sin caer en el caos por el caos.
Duración, dificultad y desafíos: la evolución de un clásico con más tensión
Respecto a la duración, la campaña principal puede durar entre 35 y 45 horas, dependiendo de cuánto explores y cuántas secundarias completes. No obstante, si eres de los que van a por todo (misiones opcionales, secretos, desafíos y contenido endgame), la experiencia fácilmente se extiende hasta las 80 horas o más. Además, Gearbox ya ha prometido eventos y expansiones, lo que refuerza el compromiso de contenido a largo plazo.
En cuanto a la dificultad, Borderlands 4 es más desafiante que sus predecesores, sobre todo en solitario. Los enemigos ahora reaccionan con mayor inteligencia, las oleadas están mejor distribuidas, y algunos jefes exigen una estrategia más clara y buen control del espacio. En cooperativo, todo se equilibra mejor, aunque la escala de enemigos también aumenta, lo que añade una capa de tensión bien agradecida.
En el momento de escribir este análisis, hemos conocido la incorporación de C4SH, el nuevo buscacámaras descargable para Borderlands 4, que promete revolucionar la experiencia de juego. Este personaje, presentado durante el Tokyo Game Show 2025, se caracteriza por un estilo de juego basado en el azar y la imprevisibilidad, ofreciendo habilidades que pueden tanto potenciar al jugador como generar situaciones complicadas. Su enfoque de alto riesgo y alta recompensa aporta una frescura táctica que amplía las posibilidades estratégicas dentro del juego, aumentando la rejugabilidad y manteniendo el interés de los jugadores a largo plazo.
Un mundo que invita a volver una y otra vez
La rejugabilidad es otro de sus puntos fuertes. Gracias a las nuevas clases híbridas, los árboles de habilidades ramificados y los modificadores de mundo caótico (como tormentas que cambian el comportamiento de los enemigos), cada partida puede sentirse diferente. Si te enganchas al bucle de loot, vas a querer volver una y otra vez solo por probar armas y builds.
Además, Borderlands 4 refuerza esta rejugabilidad con un sistema dinámico de eventos aleatorios y desafíos semanales que incentivan tanto el juego en solitario como el cooperativo. La IA enemiga también ha sido mejorada, adaptándose mejor al estilo de juego del jugador y haciendo que cada combate tenga un toque distinto. Todo esto, sumado al siempre adictivo sistema de botín y al humor característico de la saga, convierte a cada sesión en una experiencia fresca y sorprendente.
En conclusión, ¿es el mejor de la saga? La respuesta dependerá del tipo de jugador que seas. Si vienes buscando acción desenfrenada, loot constante, y cooperativo sin complicaciones, entonces Borderlands 4 lo entrega todo. Sin embargo, quienes valoran una historia potente o una experiencia pulida desde el día uno, podrían encontrar motivos para esperar futuras actualizaciones.
