Análisis Fling To The Finish
Estamos viviendo un época en los videojuegos en los que los títulos cooperativos se apoderan poco a poco. Es por ello que Flying To The Finish no podía ser menos y trata de convencernos con este modo para hasta siete personas como eje principal en esta versión de Playstation 5. Deberemos manejar a unas criaturas redondas ubicadas por una cuerda que no debe romperse.
Hace ya de ello pero revivir partidas locales para tantos jugadores nos lleva a los tiempos de nuestras infancias o las sesiones más multitudinarias todavía de Mario Kart. Una época donde los juegos online era algo relegado a unos pocos juegos, cibers y, en definitiva, un mercado por explorar y explotar. Por esto nos alegra sobre manera que Flying to the Finish incluya tal opción e, incluso, compartiendo mandos como en las carreras de aquellos vehículos de juguete tan populares en los noventa.

No se olvida tampoco de jugarse online pero sin duda Flying to the Finish es una experiencia mucho más divertida compartiendo el salón de casa. ¿De qué trata? Básicamente debemos hacer llegar a una pareja de pelotas vivientes hasta la meta. El hándicap, como decíamos, está en la cuerda que los une y que obligar a mantener las distancias, tirones y por supuesto promover la cooperación. Si la cuerda se rompe deberemos volver al punto de control más cercano.
Al fin y al cabo el objetivo no es otro que el de llegar al final y poder cruzar la linea de meta, como era de esperar. Por medio nos encontraremos una gran cantidad de obstáculos que hacen que la cuerda se enrede o salgamos despedidos del circuito para caer al vacío.
Además de esquivar todo esto toca escalar porque además del salto, la única habilidad de los corredores es pegarse a las superficies bien para subir o también para evitar caídas. Porque todos los niveles están ubicados sobre la nada por lo que cualquier caída nos llevará, de nuevo, al último checkpoint. Así que adherirse a una pared resulta crucial no solo para evitar tal desgracia si no también para impulsar al compañero unos metros más arriba o hasta la próxima plataforma.
Flying to the Finish no es título más refinado del mundo. Visualmente presenta un aspecto vetusto. Modelados básicos, texturas de hace generaciones y un acabado general que no llama precisamente la atención. Además el apartado sonoro resulta de lo más genérico con sonidos que parecen extraídos de un banco de sonidos que demasiado manidos y que restan cuerpo a la experiencia de juego. Alguna melodía nos sacará una sonrisa, acompañada por ritmos vocales, pero tampoco es su fuerte.
Pero fuera de eso, su jugabilidad basada en físicas funciona. Puede que no para los jugadores individuales, pero sí para compartir risas provocas por rebotes inesperados, agarres in extremis y todos esos imprevistos que hacen que nos divirtamos de lo lindo. Hay varias posibilidades a la hora de afrontar el juego multijugador: Manejando ambas personajes para evitar enfados con la pareja o, lo ideal, que cada uno controle a uno de estos singulares corredores.
Es cierto que este título no es el mas compacto ni el mejor en ninguno de los apartados que lo conforman, sin embargo no se puede negar que nos encontramos ante una sorpresa agradable si lo que se busca es jugar con varios amigos. Eso sí, es importante que tengan un mínimo de habilidad a los mandos aunque los power ups en forma de regalos puedan ayudar a los menos hábiles. Al jugar sumamos experiencia para subir de nivel y conseguir nuevos personajes y elementos para personalizar el perfil, algo que larga más el interés a medio plazo.