ANÁLISIS DEVIL JAM – UN ROGUELIKE DE SUPERVIVENCIA QUE BUSCA ALEGRARNOS LOS OÍDOS AL MISMO TIEMPO QUE DIVERTIRNOS

Pocas cosas hay en el mundo que nos representen tanto como la música. Es ese escape que tenemos para acompañarnos en momentos de soledad, de tristeza, de alegría o incluso de grandeza. Además, siempre encuentra la forma de representar nuestros sentimientos siendo éstos cualquiera que te puedes imaginar. Por ello, es quizás una parte esencial de nuestras vidas y un compañeros fiel en nuestros mejores y peores momentos. Y Rogueside ha conseguido traernos un regalo en forma de videojuego, Devil Jam.
Esta experiencia de estilo bullet-hell nos mezcla perfectamente lo que tanto nos ha ofrecido juegos como Vampire Survivors y la música, concretamente el rock. Lo extraño es que no es la típica banda sonora que acompaña a cualquier juego, sino que esta vez tendremos el rock como eje principal de la historia y de las partidas. Todo girará en torno a una banda de rock que se ha visto tan influenciada por el malvado que ha terminado arraigada a un mundo de tinieblas donde tiene que terminar con los diferentes enemigos para conseguir satisfacer al propio demonio.
Nuestras armas son nuestros instrumentos
Como buen Bullet-hell, Devil Jam se inspira en muchos de los juegos que han ido saliendo al mercado en los últimos años. Especialmente, enfatiza su jugabilidad en la suma de varias mecánicas que han ido entrando poco a poco en el género. Lo primero que hay que tener en cuenta es que nuestro personaje tendrá diferentes tipos de armas, una principal que irá unida al personaje y secundarias que iremos seleccionando a medida que vayamos subiendo de nivel dentro de la partida. Dependiendo del personaje que escojamos, tendremos un arma principal u otra, destacando cada una de ellas en algo diferente.
Lo realmente divertido es que nuestras habilidades secundarias las tendremos que colocar en una especie de pentagrama que irá avanzando por el mismo como si estuviéramos tocando una canción. Así, unifica la idea rockera del inicio con la jugabilidad y consiguen crear una cierta armonía entre las dos partes. Al ser un juego en el que subir de nivel es esencial, todas las armas y habilidades pasivas que vayamos obteniendo a lo largo de los 30 minutos que durará la partida se podrán subir de categoría, hasta llegar a la demoníaca.
Y es que en el transcurso de los 30 minutos, no sólo nos tendremos que preocupar de los enemigos que vayan apareciendo, sino que cada 10 minutos tendremos que hacer frente a un jefe, terminando la partida con la propia «Muerte». Una vez fuera de la partida, ya sea por completarla o por haber acabado en las manos de la muerte, podremos ir adquiriendo mejoras que compraremos a cambio de dinero y de diferentes brebajes que nos pidan a cambio. Todos ellos, se podrán comprar en otra parte de la tienda para facilitar las opciones al jugador. Por último, cada vez que completemos la historia completa, podremos aumentar un nivel la dificultad.
Los viejos rockeros nunca mueren
Es cierto que el Rock se ha apartado un poco del foco mundial debido a la aparición de diferentes géneros que han conseguido llevarse la mayor parte del foco mediático. Sin embargo, Devil Jam nos devuelve esa parte de maldad rockera que tanto enganchó en épocas pasadas y que tanta alegría nos da al verla plasmada sobre un videojuego. Por tanto, el apartado artístico nos transmite una idea única y diferencial al resto de juegos del estilo, aunque muchos de los enemigos sean parecidos con pequeños cambios de colores.
Por otro lado, lo que sí es una barbaridad absoluta es la banda sonora. No podía ser nada más ni nada menos que diferentes temas rockeros que nos alegren la experiencia en cada segundo. Así, si el apartado gráfico conseguía ser único y diferencial, el apartado sonoro es una salvajada. A su vez, Devil Jam es un juego muy estable que no ofrece problema alguno. Incluso a la hora de aglutinar a una gran cantidad de enemigos no pierde calidad visual, algo que habla muy bien del trabajo de optimización y técnico que tiene el juego.
Puntos Positivos
- Una idea original con un gran sentido del humor
- Las mecánicas que presenta encaja a la perfección con la idea rockera del inicio
- Las mejoras disponibles consiguen transmitir esa evolución tan deseada en este tipo de juegos
- Una banda sonora espectacular
Puntos Negativos
- Ausencia de personajes, tan sólo cuenta con tres por el momento
- No hay apenas cambios en el desarrollo de las partidas
- Cierto desajuste en algunas habilidades