ANÁLISIS ONCE UPON A PUPPET PARA PS5
Si hay un juego que me resultó curioso hace años, éste fue Brothers: A Tale of Two Sons. Sé que empezar el análisis de Once Upon a Puppet con esta referencia es algo muy fácil, pero es que indudablemente, a poco que veas algo de material promocional del juego de Flatter Than Earth, será esa la referencia que te llegue a la cabeza. Así pues, Once Upon a Puppet es un juego de plataformas y rompecabezas en 2.5D. Lanzado el 23 de abril de 2025 para PlayStation 5, Xbox Series X/S, PC y nosotros lo hemos jugado en la consola de Sony y nos ha dejado un buen sabor de boca.
A nivel de historia, éste se inspira en el mundo del teatro de marionetas, y será este uno de sus puntos fuertes. Tocará temas como la amistad, el autodescubrimiento y la redención. Veremos la relación entre Nieve y Drev, con diálogos escritos a mano que aportan profundidad emocional a los personajes. El juego también incluye coleccionables que ofrecen citas de figuras teatrales como Oscar Wilde y Shakespeare, haciendo así aún más rica la narrativa.
En lo que respecta a su apartado puramente jugable, se combinan las plataformas y la resolución de acertijos. Esa mezcla funciona, pero no innova significativamente en el género. Los jugadores controlan simultáneamente a Nieve y Drev, utilizando los sticks y gatillos del mando para mover y manipular a ambos personajes. Esta mecánica, como decía, recuerda a títulos como Brothers: A Tale of Two Sons, y aunque no es revolucionaria, se implementa de manera efectiva para resolver acertijos y superar desafíos de plataformas.
A medida que se avanza en el juego, se introducen nuevas habilidades, como el doble salto y la capacidad de balancearse desde ganchos, que enriquecen la jugabilidad. Si que es verdad que esas mecánicas no siempre se utilizan de manera consistente a lo largo del juego. Además, sus puzles son bastante asequibles para el jugador medio.
En cuanto a su diseño visual y sonoro el juego destaca por su estética artesanal. Uno de los aspectos más destacados de Once Upon a Puppet es su presentación visual y sonora. Los escenarios están diseñados para parecerse a decorados teatrales, con elementos de cartón, madera y cuerda, creando una atmósfera que recuerda a una obra de teatro en vivo. La iluminación y las sombras ayudan así a que parezca un cuento de hadas, mientras que los modelos de personajes, hechos de madera y metal, tienen animaciones que reflejan su material de construcción, dándoles así más personalidad.
La banda sonora complementa perfectamente la ambientación, añadiendo una capa de encanto y maravilla al juego. Los efectos de sonido, como el crujido del cuerpo de Drev al moverse, contribuyen a la inmersión en este mundo teatral.
En cuanto a su apartado técnico en una PS5 normal, tenemos varios problemas técnicos. Hemos sufrido caídas de fotogramas constantes, especialmente en las secciones finales del juego, así como errores visuales como la desaparición temporal de personajes y enemigos que atraviesan el escenario. Estos problemas, aunque no rompen completamente la experiencia, pueden resultar frustrantes y afectar la inmersión.
Sin ánimo de alargarme más, a modo de conclusiones, Once Upon a Puppet es una experiencia visual y sonora cautivadora que destaca por su estética teatral y una narrativa conmovedora. Si bien su jugabilidad no ofrece grandes innovaciones y presenta algunos problemas técnicos, el juego logra ofrecer una aventura única y emotiva, dirigida especialmente a aquellos que valoran el arte y la historia en los videojuegos
