Hell Is Us – PS5
Hell Is Us presenta un aspecto técnico que cumple con lo que uno espera de un juego de nueva generación. En PS5 ofrece entornos detallados, efectos de iluminación y ambientes densos que refuerzan la atmósfera opresiva del mundo en guerra. No es el salto gráfico más revolucionario del año, pero sí se nota que el estudio ha puesto cuidado en texturas, diseño de niveles y ambientación visual para sumergir al jugador en Hadea.
Ausencia de mapas
Un rasgo destacable es la decisión de prescindir de mapas, brújulas, marcadores o indicadores de objetivo. Esa carencia no es un descuido sino una elección de diseño que contribuye a una interfaz limpia: no hay HUD invasivo ni flechas que te indiquen el “camino correcto”. En su lugar, debes orientarte por pistas ambientales, diálogos y tu propia intuición. Eso genera una experiencia más inmersiva, en la que te sientes parte de ese mundo hostil, sin que el juego te sostenga de la mano. Esa libertad de seguir tu propio trayecto refuerza una sensación orgánica de descubrimiento, aunque también trae el riesgo de perderte o sentir que no sabes exactamente qué hacer, especialmente cuando las pistas son sutiles.
Worldbuilding notable
La propuesta del worldbuilding en Hell Is Us es uno de sus puntos más atractivos. El mundo de Hadea se siente coherente, cargado de historia traumática y cicatrices de guerra. En ese sentido recuerda a universos como el de la saga Metro, en los que tras la devastación humana hay un entorno hostil que habla por sí mismo. Sin embargo, Hell Is Us suaviza la amenaza: aquí las criaturas (los “Hollow Walkers” o entidades sobrenaturales) no son monstruos terroríficos al nivel de algunas bestias de horror extremo, sino formas inquietantes que tienen también una dimensión simbólica relacionada con las emociones humanas. Esa mezcla de horror ambiental, simbolismo emocional y conflicto humano da fuerza al mundo, aunque con el tiempo puede sentirse algo repetitivo: muchas zonas y diseños comparten atmósferas semejantes, y la sensación de enfrentar variaciones del mismo tipo de enemigos puede restar frescura en las etapas finales.
Jugabilidad
Sobre la jugabilidad, Hell Is Us ofrece una experiencia disfrutable, con elementos ya conocidos del género de acción con influencias de los “soulslike”, pero con matices propios. El combate exige medición: atacar sin pensar puede costarte caro, bloquear y esquivar tienen peso, y hay un sistema de “pulso curativo” que recompensa golpear correctamente y recuperar salud con timing. A lo largo del juego, las armas cuerpo a cuerpo (espadas, hachas, lanzas, etc.) se pueden personalizar o evolucionar, lo que permite que adaptes tu forma de combate a tu estilo (más agresivo, más defensivo, enfoque de precisión, etc.). Esa diversidad de opciones permite que distintas sesiones se sientan distintas si decides experimentar en lugar de quedarte con un solo enfoque.
Además de combate, Hell Is Us incorpora mecánicas de exploración y acertijos que refuerzan el peso de recorrer espacios y descubrir secretos. Como no hay un mapa explícito, se vuelve importante volver sobre zonas, prestar atención a señales visuales, al entorno y a fragmentos de información para progresar. Esto le da un aire de “aventura detectivesca” dentro de la acción.
Aspectos negativos
No obstante, hay puntos menos brillantes. Al cabo de varias horas en Hell Is Us, la repetición amenaza: los enemigos comienzan a sentirse poco variados, y algunas zonas o mecánicas terminan reciclando elementos ya vistos. También, el final puede percibirse algo apresurado o menos satisfactorio comparado con lo que se espera de una exploración tan densa. En algunos momentos la falta de orientación puede ser frustrante: si las pistas no son claras, uno puede vagar sin saber dónde ir o qué activar.
Otro aspecto crítico de Hell Is Us es que ciertos elementos de información (contraseñas, pistas importantes) no siempre quedan bien documentados por el juego; a veces resulta necesario tomar notas externas o capturas para no olvidar detalles. Esa falla, aunque intencional dentro del diseño, puede pesar sobre todo para jugadores menos acostumbrados a juegos de exploración exigente.
