ANÁLISIS BLOODTHIEF – LAS MAZMORRAS NO ESTÁN PREPARADAS PARA LA VELOCIDAD EN LA QUE COMPLETAREMOS CADA UNA DE ELLAS

Los asesinos en la industria de los videojuegos siempre se han caracterizado por ser protagonistas bastante siniestros y que conviven con la oscuridad para conseguir acabar con la vida que persiguen. Sin embargo, no todos tienen las mismas características. Hemos visto otros que no adolecen de esa extrema precaución por ser descubiertos, sino que prefieren ir a pecho descubierto para hacerle ver a su enemigo que no le tienen miedo a nada. Y Blargis ha intentado algo parecido con Bloodthief, su nuevo juego que destaca por la rapidez de movimientos.
Bloodthief es un juego que consiste en terminar lo más rápido posible las diferentes mazmorras para conseguir llegar a nuestro objetivo con la mayor brevedad posible. Sin embargo, esconde mucho más que eso. Seremos un asesino que no es realmente un humano, en realidad somos un vampiro que va en caza y captura del rey. De ahí que tengamos movimientos tan rápidos y sobrenaturales, a lo que habrá que sumarle la utilización de las diferentes armas que tendremos disponibles a lo largo del juego.
Los secretos marcarán el rumbo de nuestra partida
En cada nivel o mazmorra, según como prefieras llamarlo, tendremos la oportunidad de conseguir una cantidad determinada de secretos. Estos estarán guardados en diferentes partes de la mazmorra con la intención de que tengas que utilizar las habilidades que has aprendido para alcanzar con éxito tu objetivo. Y son importantes porque cada secreto esconde un artilugio. Éstos, se podrán utilizar para crear diferentes armas que podremos utilizar en futuras mazmorras, por lo que la exploración se recompensa con un amplio catálogo de armamento.
Comenzaremos con una espada pero a medida que vayamos completando mazmorras y consiguiendo secretos, iremos cambiando de armas a nuestro antojo, pudiendo coger, por ejemplo, un hacha y una ballesta entre otras muchas opciones. Bloodthief recompensa al jugador rápido, ya que su jugabilidad es exigente e impulsiva, con una máxima: haz lo que creas que tienes que hacer. La rapidez en la pantalla te va ha provocar en alguna que otra ocasión algún error de cálculo pero la mayoría de veces te dará la opción de cumplir con tu objetivo de una manera diferente.
Una estética retro con un excelente apartado técnico
Bloodthief nos regala un pixel-art retro que nos hará pensar rápidamente en juegos de otra época. A su vez, la música elegida para acompañarnos durante las mazmorras te aportará esa necesidad de ir rápido, con una sobreexcitación constante que te hace pensar que muy poco tiempo en el juego es bastante más en la realidad. Pese a ello, el apartado gráfico necesita mejorar, no se consigue atraer al jugador al mundo que quiere vendernos, por lo que no termina nunca de convencernos a la hora de pasar las mazmorras.
Por otro lado, la banda sonora sí que aporta lo que busca, celeridad y ansiedad por un tubo. Tanto es así que no miramos a ningún otro lado que no sea la siguiente puerta que cruzar a lo largo de toda la mazmorra. Esto hace que sí que sintamos esa sensación de necesitar llegar lo antes posible a la meta. Y todo ello se suma con un apartado técnico excelente. Es cierto que no es un juego que exija mucho pero no hemos tenido ningún problema con el juego a lo largo de nuestra experiencia, lo que es realmente bueno viendo la velocidad a la que se mueve nuestro protagonista.
Puntos Positivos
- La banda sonora aporta esa sensación de velocidad y estrés
- La amplia variedad de artilugios que podemos conseguir con los secretos
- En ningún momento hemos sufrido algún problema técnico
Puntos Negativos
- El apartado gráfico es mejorable
- Las mazmorras andan un poco despobladas de enemigos