ANÁLISIS ANIMA FLUX PARA PC
Aunque se lanzó el pasado mes de octubre de 2024, ahora os traemos el análisis de Anima Flux, aprovechando su reciente lanzamiento el pasado mes de mayo en consolas Xbox.
Desarrollado por el estudio independiente Animada Games, es una de esas propuestas que atraen tanto a los amantes de los metroidvania como a quienes están buscando una historia más madura y emotiva en el marco de la ciencia ficción. A primera vista, el estilo de Anima Flux puede parecer el de muchos otros “metroidvania” en 2D, pero bajo esa aparente simplicidad se esconde una mezcla de géneros muy bien planteada, con una historia envolvente, una ambientación muy trabajada y una jugabilidad centrada tanto en el combate como en la resolución de acertijos y en la exploración en equipo.
Lo primero que destaca en Anima Flux es el estilo visual. El juego hace gala de una estética cyberpunk en toda regla, pero con tintes más oscuros, más melancólicos, en lugar de destacar tanto el neón como otros exponentes del estilo. Esto proporciona una identidad propia, más cercana al estilo de ciencia ficción madura en el que están en juego el destino de toda una especie.
La historia tiene lugar en una ciudad flotante llamada Anima, última fortaleza de una especie de humanos alterados genéticamente en el marco de la caída de una civilización. La ciudad es el último bastión de una sociedad al borde de la extinción. Tú controlas a dos protagonistas, cada uno con habilidades muy distintas pero complementarias, que están destinados a encontrar una cura o salvación para ellos mismos y para toda Anima.
La relación entre ellos, así como el trasfondo de aquel lugar, se descubre gradualmente en forma de mensajes, grabaciones, textos en el entorno y encuentros con determinados NPCs. He de decir que el componente de la historia me ha parecido por encima de la media de lo que podemos encontrar en otros metroidvanias.
En lo estrictamente jugable, Anima Flux tiene varios puntos positivos. Primero, están las habilidades de cada protagonista. Dependiendo de a qué presiones o combates nos enfrentemos, podemos ir alternándolos en cualquier momento, aprovechando así tanto la fuerza de uno como las habilidades más ágiles o más centradas en el sigilo o en el hackeo de terminales. Esto proporciona una dinámica muy versátil en el gameplay, aumentando así tanto la complejidad como la diversidad de soluciones para cada situación.
Otro punto a favor es el diseño de los mapas, que es muy intrincado. Tienen múltiples rutas, zonas secretas y espacios que están más o menos abiertos según avanzamos en el juego. Esto proporciona una sensación de descubrimiento constante, así como de progreso muy palpable cuando regresamos a determinados espacios con nuevas habilidades. Esto también se relaciona con el estilo Metroidvania, pero en Anima Flux se funde con una estructura más cercana a la aventura de ciencia ficción, en lugar de quedar limitado a ser una simple sucesión de habitaciones.
En cuanto a sus combates, a diferencia de muchos Metroidvania más centrados en el estilo “hack and slash”, aquí el combate tiene una vertiente más estratégica. Hay que saber leer los movimientos de los enemigos, gestionar adecuadamente el cooldown de habilidades, esquivar, bloquear y encontrar el punto débil en cada situación. Esto proporciona una capa de profundidad muy bienvenida en el género, aumentando así el rango de habilidades que podemos expresar en cada encuentro.
En definitiva, Anima Flux es una sorpresa muy agradable: combina una historia emotiva, madura y reflexiva, con una jugabilidad que mezcla exploración, combate estratégico, resolución de acertijos y progresión de personajes. Además, a todo ello ayuda su inmejorable ambientación cyberpunk. Sin lugar a duda, es una experiencia muy recomendable tanto para los fans de Metroidvania como para aquel que busque una historia más profunda en el marco de un videojuego de ciencia ficción.