Impresiones Tavern Keeper, el simulador de taberna fantástica que acaba de aterrizar en acceso anticipado en PC.
Una taberna construida con cariño… y tras más de una década
Desde el primer momento, queda claro que Greenheart Games no se ha precipitado. Más de 11 años de desarrollo han dado como resultado algo especial: Tavern Keeper es un juego que transpira pasión por cada poro, pero también un respeto profundo por su género y por las posibilidades narrativas que puede ofrecer.
Nada más arrancar, te introducen en una taberna algo destartalada, con pocas jarras, suelos polvorientos y unos clientes poco exigentes… por ahora. Esa es la pinta del primer escenario, pero no te dejes engañar: es solo el inicio de un viaje más amplio, lleno de matices, giros sorprendentemente “fantasy” y una libertad creativa que brilla con luz propia.
Gestión, caos y cuento
Lo primero que sorprende de Tavern Keeper es su capacidad para combinar varias capas sin que ninguna acabe siendo abrumadora:
Si hablamos de la pura gestión de la taberna, tienes que contratar personal, asignar tareas, realizar pedidos, controlar el inventario… los clásicos que esperarías en un simulador, pero con un toque mágico. No basta con servir cerveza: también hay que vigilar la temperatura, la suciedad, el ruido y la decoración.
Tavern Keeper tiene una campaña bien pulida, con casi 100 historias breves, cada una contada como si fuera parte de un libro mágico. Además, el narrador aporta un tono muy personal, casi como si estuvieras escuchando un audiolibro. No todas las decisiones son triviales. Hay eventos en los que puedes usar tu destreza o tu ingenio para resolverlos, lo que añade un componente más estratégico y personal. Si prefieres relajarte, puedes optar por una partida más relajada, sin tanto peso narrativo, centrado en crear tu taberna ideal.
El taller de objetos es uno de los aspectos más llamativos. Podrás diseñar los muebles, decoraciones y cualquier objeto para tu taberna con una libertad sorprendente. No solo colocas lo que viene de fábrica: puedes crear tus propios jarrones, mesas, librerías, alfombras, añadir efectos mágicos e incluso luego compartir esas creaciones con otros jugadores.
La taberna está siempre en constante movimiento y puedes encontrar clientes hablando, discutiendo, inventores alocados, elementales dentro de botellas, incendios, enfermedades de los empleados. Estamos frente a un simulador que produce situaciones impredecibles que hay que gestionar con ingenio.
Primeras sensaciones
La estética tiene ese encanto fantástico pero no exagerado: orcos, elfos e incluso esqueletos y criaturas mágicas conviven en tu taberna de forma natural. Esa mezcla le da un carácter propio. Además, la narración refuerza esa sensación de cuento de taberna que nunca termina de ser solo gestión.
Cuando haces zoom sobre los personajes, aparecen detalles entrañables: un cocinero que prueba su guiso, un conserje que besa un retrato, clientes que discuten sobre preguntas absurdas… son gestos pequeños, pero construyen un mundo creíble y encantador.
He perdido horas solo diseñando muebles y decoraciones. El sistema está tan bien trabajado que te permite colocar objetos con libertad, rotarlos, escalarlos, poner efectos mágicos para luego ver cómo tus visitantes los usan.
La campaña te lleva por tres tabernas distintas en esta versión de acceso anticipado. Existen muchas variables de gestión pero no se siente como una microgestión arbitraria. Todo parece tener sentido, y el caos que puede generarse es parte del encanto.
Lo que no funciona del todo… aún
En mis sesiones he visto algunos bugs típicos de acceso anticipado: trabajadores que se quedan atascados, tareas que no se completan correctamente o comportamientos extraños al asignar puestos. No te sacan de la partida pero sí interrumpen el ritmo de vez en cuando.
Aunque el taller de diseño es maravilloso, el sistema de compartir creaciones no es tan fluido como podría parecer. La versión de acceso anticipado no tiene todo lo que se ha prometido para la versión completa. Por ejemplo, no puedes construir sótanos y tampoco hay múltiples pisos ni ampliaciones de la taberna.
Aunque el tutorial inicial es bastante breve y directo, no explica todos los matices. Algunos sistemas como la gestión de temperatura, los checks de habilidades o la decoración profunda requieren algo de experimentación para dominarlos. A algunos jugadores esa profundidad les puede parecer poco intuitiva al principio.
Interfaz en algunas partes: a pesar de lo elegante que es el diseño visual, la interfaz de usuario puede llegar a ser algo confusa cuando manejas muchos elementos decorativos al mismo tiempo.
Respeto al desarrollo y ambición del proyecto
Uno de los aspectos que más me ha impactado es el respeto al largo desarrollo. Greenheart Games ha sido extremadamente transparente: esta versión de acceso anticipado llega con una campaña, tres ubicaciones, modos libres y el taller de objetos, pero no han prometido lo que vendrá después.
Además, han comunicado públicamente un plan para aproximadamente un año de Early Access, con la intención de añadir más niveles (hasta cinco tabernas diferentes), más funciones y mejoras según el feedback de los jugadores.
Esa humildad, unida a la cercanía con la comunidad (se puede contactar con ellos desde el propio juego para dar feedback), me da mucha confianza en que escucharán activamente nuestras sugerencias.
Comparativa con otros simuladores de taberna
En el panorama actual de juegos de gestión, no es fácil destacar: hay otros títulos de tabernas o posadas que ya han hecho un gran trabajo. Pero lo que diferencia a Tavern Keeper es esta mezcla casi mágica de “simulación gerencial” con una narrativa de cuento vivo y un sistema de creación de objetos tremendamente profundo. No es solo “gestiona tu negocio”, es “cuenta historias, decora a tu gusto y vive en tu propio cuento de taberna”.
En comparación con juegos tipo Two Point Hospital aquí la prioridad no es tanto optimizar para el beneficio inmediato, sino construir un espacio memorable, con personalidad y con un sentido de comunidad. No es un simulador corporativo: es una taberna de fantasía.
Conclusiones finales
Después de varias sesiones, mi diagnóstico es muy claro: Tavern Keeper es una de las sorpresas más agradables de este año en el género de simulación. No es perfecto, está en Early Access, pero su ambición, su corazón y su sistema creativo lo convierten en algo especial.
Me ha conquistado con su atmósfera, con la libertad para diseñar, con esas historias cortas y sorprendentemente profundas, y con esa sensación de estar construyendo algo más que una simple taberna.
Si te va la simulación, te encanta personalizar, y no te importa esperar a que el juego evolucione, creo que vale muchísimo la pena entrar ahora. Hay margen de mejora, sí, pero también una base muy sólida y encantadora.
Por mi parte, voy a seguir dedicándole horas, explorando las historias, puliendo mis diseños y, quién sabe, construyendo la taberna más acogedora del reino.
El juego ha sido analizado en PC.
