Análisis Hot Wheels Lets Race Ultimate Speed: un videojuego divertido pensado para toda la familia que te proporcionará diversión en tu PS5. Tras haber explorado mundos de fantasía, plataformas y escalada emocional en otros análisis como Bayonetta Origins: Cereza o Jusant, hoy cambio de registro para ponerme al volante de un arcade automovilístico lleno de loops imposibles, colores vibrantes y velocidad pura, pensado tanto para los más jóvenes como para nostálgicos de la saga Hot Wheels.
Análisis Hot Wheels Lets Race Ultimate Speed: acelera

Hot Wheels ha sido sinónimo durante décadas de coches en miniatura, pistas imposibles y ese espíritu juguetón de “monta tu mundo de plástico”. Con este título, la franquicia da un salto al videojuego basado en la serie animada de Netflix Hot Wheels Let’s Race, incorporando personajes como Coop, Spark o Axle y trasladando su estética desenfadada y caricaturesca al mundo digital. La desarrolladora es Bamtang Games, conocida por proyectos familiares, y la editora GameMill Entertainment se encarga de traerlo a todas las plataformas principales, incluida PS5, donde el juego aprovecha las funcionalidades del DualSense y ofrece hasta cuatro jugadores en local. El lanzamiento, que tuvo lugar el 24 de octubre de 2025, llega también a PC, Xbox Series X|S y Nintendo Switch, consolidándose como un título de carreras arcade destinado a la diversión inmediata más que a la simulación.
En cuanto a modos de juego, el núcleo del título se centra en Race Camp, donde los seis personajes de la serie compiten en diferentes desafíos para aspirar al codiciado Ultimate Garage. A este modo principal se suman campeonatos bajo Cup Champ, carreras libres en Free Race, pruebas contrarreloj en Speed Trials y el editor de pistas Track Builder, que añade un toque creativo y permite que los jugadores construyan sus propios circuitos con loopings, saltos y obstáculos. La progresión está basada en Flame Badges, que se obtienen completando carreras y desafíos y sirven para desbloquear vehículos, calcomanías y piezas para pistas. Esta estructura mantiene al jugador motivado sin complicaciones innecesarias y refuerza el enfoque familiar del juego.
Variedad de modalidades jugables
Uno de los pilares del juego es el modo Race Camp, que actúa como el eje principal de la experiencia. Aquí los seis personajes de la serie se enfrentan a carreras temáticas, cada una con objetivos distintos: desde ganar una carrera estándar hasta superar pruebas de salto, derrapes o desafíos de velocidad pura. Cada circuito está diseñado con un equilibrio entre diversión y reto: por ejemplo, algunas pistas incluyen secciones donde el jugador debe elegir entre rutas alternativas, algunas más cortas pero arriesgadas y otras más largas pero seguras, fomentando la toma de decisiones y la experimentación. Esta estructura permite que los jugadores más jóvenes aprendan gradualmente mecánicas como el derrape o el uso de boosts, mientras que los veteranos pueden buscar la ruta óptima para mejorar sus tiempos.
En Cup Champ, el enfoque es más competitivo. Se trata de campeonatos que combinan varias carreras consecutivas en diferentes circuitos, con puntuación acumulada. Aquí, el manejo de cada coche y la comprensión de las pistas se vuelven esenciales: no basta con pisar el acelerador, sino que es clave dominar el timing de los saltos, aprovechar los boosts y anticipar obstáculos. Esta modalidad recompensa la repetición y la mejora progresiva, ofreciendo una sensación de logro cuando finalmente logras completar un campeonato con la máxima puntuación. La curva de dificultad es muy bien medida: aunque es accesible, introduce desafíos que mantienen el interés sin frustrar al jugador.
El modo Free Race es perfecto para experimentar sin presión. Permite elegir cualquier circuito desbloqueado y cualquier vehículo, lo que es ideal para practicar secciones complicadas o simplemente para disfrutar de la estética y el espectáculo de cada pista. Complementariamente, Speed Trials añade un componente contrarreloj que pone a prueba la capacidad del jugador de optimizar cada giro, cada salto y cada derrape para lograr el mejor tiempo. Aunque no hay tablas de clasificación online, estos modos fomentan la competencia personal y el perfeccionamiento de habilidades.
Todo a punto para acelerar
El apartado visual es una de las grandes cartas de presentación de Ultimate Speed. La paleta de colores es intensa y saturada, evocando el plástico brillante de los coches Hot Wheels, con pistas que combinan escenarios urbanos, parques temáticos y circuitos imposibles que parecen sacados directamente de la animación de la serie. La PS5 ofrece un rendimiento sólido, con 60 fps casi constantes y tiempos de carga mínimos, lo que ayuda a mantener la sensación de velocidad y fluidez en cada carrera. Los efectos de partículas, el humo de los neumáticos y los destellos metálicos de los coches se combinan para crear un espectáculo visual que atrapa desde el primer segundo, sin buscar realismo extremo pero sí diversión y claridad visual, algo esencial para los más jóvenes.
El control es otro de los aspectos donde Hot Wheels Let’s Race: Ultimate Speed cumple con creces. Los coches responden de manera inmediata a los movimientos del stick, con una física arcade que prioriza la diversión sobre la simulación. Los saltos, derrapes y loops se sienten satisfactorios, y cada vehículo tiene pequeñas diferencias de manejo que permiten cierta profundidad estratégica sin complicar la experiencia. El DualSense aporta vibraciones hápticas suaves y retroalimentación en los gatillos que aumenta la sensación de velocidad y contacto con la pista, un detalle que los jugadores de PS5 apreciarán.
La banda sonora y los efectos de audio mantienen el tono desenfadado del juego. La música es energética y rítmica, acompañando cada vuelta con melodías pegadizas que refuerzan la adrenalina, mientras que los sonidos de motores, colisiones y boosts se sienten precisos y consistentes. Los efectos sonoros, aunque no buscan realismo extremo, contribuyen a crear una identidad sonora clara que ayuda a sumergirse en el universo Hot Wheels. La localización al español es correcta, con voces que encajan con la personalidad de los personajes y diálogos que mantienen el tono juvenil sin caer en la sobreexplicación.
En cuanto a dificultad, Ultimate Speed se sitúa en un punto medio que favorece la accesibilidad. Las primeras carreras son bastante amables, permitiendo aprender los controles y familiarizarse con los circuitos, mientras que los desafíos avanzados y las copas finales exigen precisión, buen timing y el uso estratégico de las habilidades de cada coche. La curva de aprendizaje es progresiva, pero los jugadores más experimentados pueden echar de menos un nivel de dificultad extremo o modos competitivos online más exigentes, algo que se echa de menos en el apartado multijugador.
El multijugador local es divertido y competitivo, ideal para partidas en familia o con amigos. Cada jugador puede elegir su vehículo favorito y enfrentarse en carreras llenas de acción, saltos y power-ups. Sin embargo, la ausencia de modo online limita la capacidad de competir con otros jugadores fuera de casa y reduce la rejugabilidad a largo plazo. El editor de pistas ayuda a compensar esto, ofreciendo la posibilidad de construir circuitos personalizados, aunque sus herramientas son básicas y no permiten compartir creaciones en línea. Aun así, para un público joven o familiar, esta propuesta sigue siendo suficientemente atractiva.
Uno de los aspectos más destacados de Ultimate Speed es la sensación de velocidad y dinamismo. Los loops, saltos y acrobacias no solo son espectaculares visualmente, sino que también influyen en la mecánica de juego, ya que aprovecharlos correctamente puede marcar la diferencia en una carrera. Los potenciadores y boosts, ubicados estratégicamente en las pistas, añaden un componente táctico que obliga a decidir entre tomar riesgos o asegurar la posición. Esta combinación de velocidad, precisión y decisiones rápidas consigue que las carreras sean intensas y satisfactorias sin necesidad de complicar la experiencia con mecánicas innecesarias.
En el plano narrativo, aunque el juego no busca contar una historia profunda, sí logra transmitir personalidad a los personajes y dar contexto a los circuitos. Las animaciones, diálogos y escenas introductorias refuerzan la identidad de cada piloto y aportan coherencia al universo de la serie. No es un juego narrativo, pero estos pequeños detalles contribuyen a que la experiencia sea más completa y atractiva para los fans de Hot Wheels.
El apartado técnico, en términos generales, es sólido. PS5 permite disfrutar de gráficos nítidos, texturas bien definidas y efectos visuales atractivos sin comprometer la fluidez. Los tiempos de carga son breves y la estabilidad de la tasa de frames es notable, incluso en circuitos complejos con múltiples coches en pantalla. En cuanto a rendimiento, Ultimate Speed demuestra que se puede ofrecer un juego familiar visualmente atractivo sin exigir demasiado hardware ni sacrificar jugabilidad.
Hot Wheels Let’s Race: Ultimate Speed logra, en líneas generales, transmitir la esencia de la franquicia: velocidad, diversión, color y creatividad. Es un título pensado para un público familiar, con controles accesibles, modos de juego variados y un editor de pistas que aporta valor añadido. Sus limitaciones —ausencia de multijugador online, dificultad moderada y herramientas de creación básicas— no empañan una experiencia que cumple su objetivo de divertir y mantener la atención del jugador.
Conclusiones finales
En conclusión, Hot Wheels Let’s Race: Ultimate Speed es un arcade sólido, entretenido y vibrante, que captura el espíritu de la serie y lo adapta al videojuego sin pretensiones de simulación ni competitividad extrema. Su propuesta es clara: ofrecer carreras rápidas, espectaculares y accesibles para todos, con la posibilidad de crear tus propios circuitos y disfrutar en compañía. Para quienes buscan un título familiar, colorido y lleno de acción sobre ruedas, Ultimate Speed es una opción que vale la pena explorar, especialmente si ya sienten nostalgia por los coches de plástico que marcaron su infancia.
El juego ha sido analizado en PS5.